Con esta frase nos responden los miembros del Consejo Indígena Lenca de Reitoca, Gisella y Magdaleno, al preguntarles por la situación de su pueblo en este contexto mundial de pandemia ante el virus denominado Covid-19.
Nos cuentan que, al mismo tiempo que el Gobierno de Honduras declaraba el toque de queda para toda la nación hace más de 3 semanas, en la comunidad de Reitoca no se tomaban las medidas preventivas pertinentes del ingreso del virus y la consecuente propagación entre los pobladores y pobladoras. Lo que más preocupaba a la población, en ese momento, era el normal ingreso de carros provenientes de Tegucigalpa, donde ya había sido confirmada la existencia de casos positivos. Ante esta situación se solicitó la intervención de las autoridades municipales, pero no hubo ningún tipo de medida de atención y/o preventiva por parte de la alcaldía.
Ante la acción del Consejo Indígena Lenca de Reitoca para ayudar con el control al municipio, las autoridades municipales se hicieron presentes, quienes, junto a la policía asignada al municipio, en lugar de apoyar la acción de control decidieron reprimir a las personas que estaban reunidas en el acceso principal, lanzando gas y amenazando con sus armas de fuego a civiles indefensos.
Afortunadamente, no tenemos que lamentar víctimas fatales, “El pueblo cerro la entrada, el alcalde se molestó y mando a reprimir” sintetiza Gisela.

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Al preguntar sobre la situación actual de la comunidad, nos cuentan que tienen dos preocupaciones fundamentales, y que tienen que ver con la condición de precariedad que tiene el pueblo en lo referente al acceso a la alimentación y a la salud, que viene desde antes de esta emergencia sanitaria.
Estas dos preocupaciones se relacionan con la crisis económica que se produce a partir de medidas como el toque de queda absoluto, y la administración local de la ayuda enviada desde el Gobierno de Honduras. Desde el Consejo Indígena Lenca de Reitoca se inició un proceso de entrega de alimentos solidarios a las personas mas afectadas en Reitoca.
“Reitoca es un pueblo agricultor. Actualmente hay una temporada favorable para la cosecha de mangos y jocotes, y mucha gente se quedó con la fruta cortada y sin venta que vive el día a día”, esto nos dice Gisela al expresar la preocupación por la falta de ingresos económicos en las familias que comercian sus productos y es su principal fuente de efectivo, y, en muchos casos, la única.que le permite realizar la compra de alimentos. Además, nos relata también, que la canasta básica ha incrementado su valor desde la declaración del toque de queda, si bien los medios de abastecimiento siguen funcionando, los comerciantes han elevado los precios de los productos esenciales.
Así transitan los días en la comunidad de Reitoca, entre la lucha y la incertidumbre de ué pasará mañana.

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Reitoca, Evelina Vargas, abril 2020
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