Bernhard Erni, miembro del Comité de Peace Watch Switzerland (PWS) se encontró en Tegucigalpa con la joven hondureña Kimberly Carrillo es acompañante de Derechos Humanos de PWS en Honduras. La invitó a una conversación sobre la situación después de las elecciones en Honduras.
«Mi nombre es Kimberly Carrillo Escobar, tengo 25 años, soy hondureña, pero desde niña tuve la oportunidad de vivir en diferentes países, principalmente en México. En el 2016 regresé a Honduras y eso me ha dado la oportunidad de conocer más mis raíces, a sentirme más identificada y comprometida a mi país. Siempre me ha interesado contribuir e involucrarme en las causas sociales, deseando que este mundo sea más justo y digno para todos. Actualmente estoy como voluntaria de PWS que también me ha enseñado mucho sobre los diferentes contextos que existen y que no son tan escuchados en Honduras.»
Kimberly – ¿Como experimentaste los días de las elecciones?
Sin duda, desde días antes de las elecciones el ambiente se sentía muy tenso, con mucha angustia e incertidumbre, todo el país estábamos con dudas y miedo de lo que podría pasar, por lo que se había vivido en las elecciones del 2017 y todos los escenarios que se planteaban durante estas, teniendo en cuenta que lo que más nos afligía era el hecho de vivir nuevamente un fraude electoral.
¿Qué te ha conmovido más emocionalmente estos días?
Semanas antes de las elecciones tenía muchas emociones encontradas por lo que podría pasar, porque había escuchado y sentido tantas veces lo cansado que estábamos como sociedad de tanta corrupción. Pero el día de las elecciones me conmovió la expresión democrática de todos los hondureños al salir a votar masivamente. Era algo que no me esperaba, aunque pareciera que como sociedad somos indiferente antes estas acciones se demostró que no, existía esperanza en cada uno de los que fuimos a votar en que esta vez sería diferente y se comprobó y eso es lo que me conmueve aún más, el resultado.
¿Y cómo fue para tu familia?
Para toda mi familia fue muy emocionante, a ellos siempre los vi muy convencidos en que esta vez sí se sería diferente, de hecho, mi abuelo materno Reginaldo días antes fue el que sutilmente me motivó en ir a votar, recuerdo que me dijo; ¿Hija vas a ir a votar? y le contesté que no, y me contestó: anda para que no te roben el voto y eso quedó en mi mente y dije si esta vez si voy a ir.
¿Cómo valoras el resultado de las elecciones?
Creo que esta vez hubo más orden y transparencia, lo cual generó un verdadero cambio en los resultados, que nos llena de esperanzas y a la espera que esos cambios generen un beneficio común.
¡Tus esperanzas para tu pueblo! – cuales serán?
Yo espero que esta vez logremos crear y consolidar las condiciones para que haya más igualdad y justicia para todos los hondureños en cualquier ámbito o sector. Una vida digna para todos.
¿Cuáles son los desafíos más grandes para tu país?
Hemos venido arrastrando tanta corrupción desde años atrás que considero que unos de los desafíos más grandes será fortalecer la institucionalidad y el estado de derecho, esto permitirá que se construyan las condiciones justas e igualitarias. Siendo más específica combatir la pobreza extrema, la violencia, que existan más oportunidades de empleos, educación, salud y que por la falta de todo esto se ha generado también un problema muy grande que es la migración masiva.
¿Qué significa eso para ti como mujer joven, en un Honduras del futuro?
Siendo sincera todavía no me creo que tengamos una mujer como presidenta, pero me siento muy orgullosa, llena de felicidad y considero que representa un verdadero cambio tanto histórico por el hecho que es la primera vez que una mujer es presidenta en Honduras y social porque como sociedad logramos que esto sucediera. Esperando que todas las propuestas que se han planteado puedan garantizar y construir las condiciones que permitan satisfacer las necesidades básicas de la población y de igual forma establecer condiciones que sean inclusivas, sostenible y participativas.
Kimberly ¡muchas gracias!