Honduras tiene rostro de mujer

Artículo de Mireia Izquierdo, Coordinadora del Acompañamiento Internacional de Peace Watch Switzerland (PWS) en Honduras.

Tegucigalpa, Honduras

El pasado año la historia de Honduras dio un vuelco: fue electa la primera mujer Presidenta, la Sra. Xiomara Castro Sarmiento y este hecho abrió un rayo de luz en la defensa y protección de los derechos de las mujeres y las niñas. El Estado de Honduras tenía una gran deuda con las mujeres y las niñas. En su discurso de investidura, la Presidenta prometió velar por ellas y desde entonces se han producido pequeños avances aunque todavía falta mucho por hacer.  

Tal y como nos comenta la Coordinadora del Movimiento Visitación Padilla, la Sra. Merly Eguigure, todavía este Gobierno está en deuda con las mujeres. El tema más importante es la violencia extrema contra las mujeres, los feminicidios. Sigue existiendo una elevada impunidad, a penas el 5% de los casos llega a los Tribunales. Esto es debido a que no hay cultura de la denuncia aunque sí ha ido aumentando un poco a raíz del trabajo que hacemos en las organizaciones de mujeres pero en el caso de los feminicidios hay muy poca investigación policial. Nosotras planteamos que así como hay grupos élites de investigación en el caso de narcotráfico también exista una unidad especializada en la investigación de los feminicidios. En este sentido, la Sra. Eguigure señala otro factor importante y es que existe una ineficiente formación en los operadores de justicia en cuanto a la temática de género y no hay una especialidad ni conocimiento en la misma. Es responsabilidad del Gobierno formar en Derechos Humanos y género al Poder Judicial porque la mayoría de sus fallos están basados en sus valores morales y religiosos que supone casi siempre responsabilizar a la víctima de lo que le ha ocurrido.

Hasta el 8 de febrero de 2023 se registran 38 muertes violentas de mujeres (datos del Centro de Derechos de Mujeres). La violencia contra las mujeres y las niñas en este país es estructural y permea en todas las esferas. Una de las formas de violencia más grave en Honduras es la indisposición de parte de las mujeres a sus propias cuerpas, lo que es el reflejo de un Gobierno moralista en el que las mujeres no tienen derecho a decidir. Existe una penalización absoluta del aborto sin importar que la mujer o la niña sea víctima de violencia sexual -según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en Honduras la prevalencia del abuso sexual durante la niñez es del 7,8%, siendo el más elevado de Centroamérica- o que su salud corra peligro o que el feto tenga malformaciones. En este sentido, el pasado13 de enero de 2023 volvimos a ser testigas de lo misógina que es la Corte Suprema de Justicia en Honduras, cuando la Sala Constitucional falló -24 horas antes de finalizar la vigencia de esta Sala ya que se procedió posteriormente a la elección de la nueva Corte- de forma negativa al Recurso de Inconstitucionalidad que habría permitido la despenalización del aborto por las tres causales.

En Honduras la venta de la PAE (Pastilla Anticonceptiva de Emergencia) ha estado prohibida por más de 13 años. A finales del pasado año la Secretaria de Salud liberó parcialmente dicha prohibición incluyéndola dentro del Protocolo de Atención integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. Pero la liberación completa de la PAE no ha sido hasta el pasado 8 de marzo, cuando en la noche mediante un tuit de la Presidenta se comunicaba que “hoy, 8M conmemoramos la lucha histórica de la mujer firmando con el Secretario de Salud Sr. Matheu el Acuerdo Ejecutivo para la libre uso y comercialización de la PAE. La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que es parte de los derechos reproductivos de la mujer y que no es abortiva”.

Este ha sido un gran logro, fruto del arduo trabajo que han hecho las organizaciones de mujeres en Honduras, quienes llevan luchando durante más de una década para que se produzca la liberación de las pastillas anticonceptivas de emergencia. Si bien esto supone un gran avance en lo que se refiere a derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, todavía falta mucho camino por recorrer para que las mujeres en Honduras puedan ser dueñas de sus cuerpas.


Leyenda de la fotografía: Movilización del 8-M en Tegucigalpa, marzo 2023. PWS 2023.