“Sólo somos más fuertes en números”

Movilización del Bloque Popular Campesino e Indígena de Honduras en Tegucigalpa

Artículo por Elvia Miralda, acompañante hondureña de derechos humanos de Peace Watch Switzerland (PWS) en Honduras.

Tegucigalpa, Honduras. Diciembre 2023.

Este pasado 20 de noviembre, la capital hondureña de Tegucigalpa se convirtió en el epicentro de una movilización sin precedentes liderada por el Bloque Popular Campesino e Indígena, bajo la dirección del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ). Más de 12 organizaciones campesinas e indígenas de todo el país se unieron en una manifestación masiva, congregando a cientos de personas.

La impactante presencia de más de 1000 personas en la manifestación no solo simboliza una fuerza numérica impresionante, sino también representa un significativo sacrificio por parte de las y los trabajadores del campo. Para comprender plenamente el alcance de este acto de protesta, es crucial sumergirse en la realidad diaria de los campesinos y campesinas, cuyas jornadas laborales están intrincadamente ligadas a la subsistencia y sostenibilidad de sus comunidades.

Un día de trabajo para un campesino y campesina no es simplemente una rutina laboral; es la columna vertebral de su supervivencia, implica arduas horas bajo el sol, cultivando la tierra, cuidando cultivos, y asegurando que los frutos de su labor lleguen a las mesas de las comunidades. El campo no opera en un horario de 9 a 5; más bien, sigue los ritmos naturales y las necesidades urgentes de las cosechas.

El acto de unirse a la manifestación se convierte así en una declaración audaz y un sacrificio palpable. Representa el coraje de desafiar las condiciones injustas que habitan el campo y la firme creencia en la necesidad de exigir un cambio. Los campesinos y las campesinas, al dejar sus quehaceres diarios en el campo, están apostando no solo por sus propios derechos, sino por la dignidad de toda una comunidad y país que depende de su labor.

En un contexto donde la resistencia campesina a menudo enfrenta amenazas, intimidación y represión, este acto de protesta adquiere aún más peso.  Las y los trabajadores del campo no solo se manifiestan por condiciones laborales justas, sino que también están levantando la voz contra un sistema que a menudo los marginaliza y les niega sus derechos más básicos; alimento, salud, vivienda y territorio. Así, más allá de la cifra impresionante de participantes, la manifestación se convierte en un símbolo de la resistencia y la búsqueda incansable de justicia para aquellos cuyas manos sostienen las raíces de la sociedad.

Los objetivos de la Movilización del Bloque Popular Campesino e Indígena de Honduras en Tegucigalpa fueron:

Levantar la Voz Contra el Latifundio

La Constitución de la República de Honduras, en su Artículo 344, prohíbe expresamente el Latifundio, entendido como la venta de grandes extensiones de tierra. Esta disposición constitucional refleja la preocupación por evitar la concentración excesiva de la propiedad de la tierra, reconociendo la importancia de garantizar un acceso equitativo a los bienes comunes, especialmente en contextos rurales e indígenas.

Se presentó una denuncia de Inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia sobre la permisión del Latifundio en Honduras, esto pone en evidencia una crisis en el territorio campesino, rural e indígena. La concentración desproporcionada de tierras en manos de unos pocos muy a menudo resulta en la expulsión de campesinos y campesinas de sus tierras, afectando sus medios de subsistencia y contribuyendo a la desigualdad social.

En este contexto, la denuncia no solo aborda la cuestión de la legalidad según la Constitución, sino también resalta las repercusiones sociales, económicas y ambientales que la práctica del Latifundio ha tenido en el tejido social hondureño.

Exigir Respuestas ante la Falta de Resultados de la Comisión de Seguridad Agraria y Acceso a la Tierra

La creación, a principios de junio de 2023, de la “Comisión de Seguridad Agraria y Acceso a la Tierra” por parte de la Presidenta Xiomara Castro, despertó esperanzas en la búsqueda de soluciones para los conflictos agrarios en Honduras. Sin embargo, la falta de resultados palpables hasta la fecha genera una profunda preocupación en los campesinos y campesinas. La comisión fue establecida con funciones cruciales, incluyendo la conciliación de títulos agrarios registrados y la investigación de la legalidad de los títulos de propiedad por parte del Instituto de la Propiedad (IP) y del Instituto Nacional Agrario (INA).

La falta de avances en la conciliación de títulos agrarios registrados y los constantes desalojos que han incrementado desde la creación de esta comisión, agrava la confianza en un proceso que debería ser un paso significativo hacia la resolución de conflictos de tierras. Los campesinos y campesinas esperan resultados concretos que clarifiquen la tenencia de la tierra. Asimismo, la investigación del IP y del INA sobre la legalidad de los títulos existentes es esencial para abordar posibles irregularidades y garantizar la equidad en el acceso a la tierra.

Los campesinos y campesinas demandan respuestas concretas y transparentes sobre el progreso de la Comisión, así como la implementación efectiva de medidas para abordar los problemas de desalojos y acceso a la tierra. Es fundamental que el Gobierno rinda cuentas y tome medidas inmediatas para garantizar que la Comisión cumpla su propósito original, contribuyendo así a la justicia social del territorio campesino, rural e indígena.

Demandar Respeto a la Titularidad Ancestral de las Tierras

En Honduras, el INA se erige como un actor clave en la protección y reconocimiento de la titularidad ancestral de tierras. En un contexto donde las comunidades indígenas y rurales a menudo enfrentan amenazas a sus derechos territoriales, es responsabilidad del INA salvaguardar la integridad de las tierras ancestrales. Esto implica su defensa activa frente a presiones externas, como la expansión agroindustrial y la concentración indebida de tierras.

La demanda al INA para el respeto a la titularidad ancestral no solo es una llamada a preservar los derechos históricos de las comunidades, sino también a reconocer la importancia cultural y sostenible de sus prácticas agrícolas.

En Honduras: hemos visto el poderoso impacto de la acción colectiva campesina en el pasado, podemos aprovechar su creciente potencial para el mañana.

Esta jornada histórica no solo marcó la determinación del Bloque Popular, sino también resaltó la importancia de la unidad y solidaridad en la lucha por los derechos humanos, campesinos, rurales e indígenas. Más de mil personas, provenientes de diversas regiones y sectores, demostraron que la fuerza colectiva es esencial para lograr un cambio tangible en la realidad que enfrentan. El compromiso de regresar a la Capital y evaluar el rendimiento gubernamental muestra que esta lucha está lejos de ser solo un evento aislado, sino un capítulo crucial en la búsqueda continua de justicia y dignidad para el mundo rural, indígena y campesina.


Leyenda de foto: Acompañamiento al Bloque Popular Campesino e Indígena de Honduras. PWS 2024